martes, 26 de febrero de 2013

Análisis del documental "Comprar, tirar, comprar"


COMPRAR, TIRAR, COMPRAR. 
LA HISTORIA DE LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA


Análisis

En Comprar, tirar, comprar se analiza uno de los principales causantes del deterioro medioambiental que vivimos hoy en día: la obsolescencia programada. Esta consiste en diseñar intencionalmente los productos para que duren mucho menos tiempo del que podrían durar.  Tuvo sus inicios en 1929 con la bombilla y el objetivo que se buscaba era incentivar el consumo, y de esta forma maximizar los beneficios y generar empleo en una época afectada por la crisis. No obstante, aunque de primeras las intenciones fueron buenas, las empresas no contaban con una política medioambiental acorde con esta práctica.


Hoy en día vivimos en una sociedad de consumo dominada por una economía de crecimiento cuya lógica es crecer por crecer, “una sociedad influida por la falsa idea de búsqueda de la felicidad a través del consumo desmesurado”. El secreto de ese crecimiento es ni más ni menos que la obsolescencia programada que ha venido definiendo nuestros días desde los años 20.

Una de las principales víctimas que sufre las consecuencias de la obsolescencia programada es Ganha (África), quien recibe constantemente toneladas de residuos electrónicos procedentes de occidente, algo que afecta no solo a sus tierras sino también a su salud. Ellos los reparan, no entienden cómo los países desarrollados pueden tirar aparatos estropeados sin tratar de repararlos antes o aprovechar alguna de sus piezas. Existe un tratado medioambiental que prohíbe enviar  los residuos al tercer mundo pero los mercaderes consiguen pasar la chatarra a través de la aduana haciéndoles creer que son productos de segunda mano: colocan unos pocos aparatos en buen estado en la parte delantera del contenedor y el resto, que es basura, en la parte trasera. Pero más del 80% de esos residuos electrónicos no se pueden reparar y acaban abandonados en vertederos por todo el país. “Ghana se convierte en un basurero del mundo. La basura escondida durante tanto tiempo en la era industrial está llegando a nuestras vidas y ya no podemos evitarla”, asegura Andrew Owusu, Técnico informático.

La obsolescencia programada es, a la larga, insostenible, no solo por su impacto sobre el medio ambiente sino también por las quejas y denuncias de una generación de consumidores que cuestionan esta práctica de destrucción programada de los productos (impresoras, lavadoras, bombillas, coches, medias de nailon, etc.) y llevan la contraria a los fabricantes quienes aconsejan reemplazar el aparato antes que repararlo. Se promulgaron las primeras leyes sobre la garantía como protección legal para el consumidor. Pero para los consumidores no es suficiente. Comprar, tirar, comprar invita a conocer otras soluciones que se están debatiendo para modificar esta práctica como, por ejemplo, considerar el coste real de los productos, si se hiciera, se fabricarían productos de larga duración; replantear la ingeniería y la producción de los productos, Michael Braungart cree que la industria puede imitar el ciclo virtuoso de la naturaleza utilizando sustancias biodegradables: “El ciclo natural produce en abundancia, pero las flores caídas y las hojas no son residuos, sino nutrientes para otros organismos”; o cambiar el hábito de consumo para salir de esta sociedad del despilfarro, dejar de comprar por comprar y empezar a comprar por necesidad. Los foros de internet como medio de actuación contra la obsolescencia o el establecimiento de medidas punitivas para asegurarse de que las empresas eliminan sus productos respetando el medio ambiente son también posibles salidas.

En Comprar, tirar, comprar hablan historiadores (Helmut Höge), periodistas (Nicols Fox), empresarios (Warner Philips), técnicos (Marcos López, Andrew Owusu), profesores (Serge Latouche), diseñadores (Boris Knuf, John Thackara), economistas e investigadores entre otros, y se recuperan voces como la del inventor Thomas A. Edison y la de Brooks Stevens. Estas numerosas fuentes coinciden en que hay que poner fin a la economía del despilfarro puesto que los recursos naturales y energéticos de los que disponemos son limitados.  

domingo, 24 de febrero de 2013

Comparativa de programas de divulgación científica



PROGRAMAS DE DIVULGACIÓN 
CIENTÍFICA EN ESPAÑA


En lo que respecta a la televisión, España cuenta con dos programas de divulgación científica muy diferentes: “Redes” y “3.14”. “Redes” es un programa que se basa fundamentalmente en entrevistas a científicos. Se puede considerar un programa de cierto nivel no solo por el horario de emisión (domingos, a las 21.30 horas, en la 2 de TVE) sino también por los contenidos, ya que se tratan aspectos cotidianos de la vida Ej. Las drogas. Con este programa, Eduard Punset hace al espectador darse cuenta de la seriedad de los temas tratados y les invita a la reflexión. Por el contrario, “3.14” es más popular y sencillo. A diferencia del primero, emplea un lenguaje más coloquial y no está basado en entrevistas lo que le permite llegar a gente poco interesada en la ciencia. En lo que respecta a la técnica, a veces emplea el recurso de rótulos como elemento para llamar la atención, o también porque son conceptos abstractos sobre los que no hay imagen; esto resta calidad puesto que es muy poco visual.


Aparte de estos dos programas, la televisión española cuenta con un microespacio científico dentro del programa  “El Hormiguero”: la ciencia como mateira prima. “El Hormiguero” podría decirse que utiliza la ciencia como excusa para sorprender. Es cierto que el contenido sencillo y menos denso, el ritmo rápido y más popular, así como la claridad y las grandes dosis de entretenimiento y humor hacen más atractiva la divulgación de la ciencia. No obstante,  corren el riesgo de transmitir una ciencia no rigurosa o una idea equivocada de qué es la ciencia si no logran un equilibrio entre el atractivo popular y el rigor científico. El prototipo de científico loco que representa Flipy así como los errores en los experimentos, podrían dificultar ese equilibrio; aunque también es cierto que la ciencia es demostración de una hipótesis. El punto medio es donde está la virtud.

lunes, 18 de febrero de 2013

Práctica 1: Noticia científica


PSICÓLOGOS EXPERTOS DISEÑAN EL PRIMER
  PROTOCOLO EN ESPAÑA PARA TRATAR EL DOLOR CRÓNICO

España es el país con mayor porcentaje de gente que padece dolor crónico como consecuencia de diversas patologías como la lumbalgia (dolor de espalda baja), artrosis (dolor de las articulaciones) y cefaleas (dolor de cabeza), entre otras. Tanto los costes en tratamientos y bajas laborales como las repercusiones emocionales que este dolor conlleva (depresión, ansiedad, ira, etc.), resultan alarmantes. Por ello, los expertos aconsejan un tratamiento específico en el que médicos, psicólogos, fisioterapeutas, asistentes sociales, etc., trabajen conjuntamente por la causa. Sin embargo, son muy pocas las clínicas que disfrutan de este tratamiento interdisciplinar.

Actualmente, se emplean distintas terapias psicológicas para aliviar el dolor crónico: la relajación, el biofeedback (ayuda a la auto-regulación de las funciones fisiológicas del organismo humano), la hipnosis, las técnicas operantes (dirigidas a eliminar conductas de dolor), la técnica de aceptación y compromiso, el mindfulness (enseña a focalizar la atención para vivir el presente y aceptar la realidad tal cual es), la escritura emocional y la terapia cognitivo-conductual. De entre ellas destaca la última por ser la más empleada y efectiva hasta el momento, sobre todo, cuando se aplica al paciente a la par que los procedimientos médicos, y no de manera aislada. 

La terapia cognitivo-conductual parte de la base de que existe una relación entre la psicología y el dolor: el dolor produce malestar anímico y el malestar anímico aumenta el dolor, y esto da lugar a una retroalimentación constante de un dolor que aumenta progresivamente. Varios psicólogos han diseñado un protocolo que dice que la mejor manera de poner fin a este círculo vicioso es la terapia cognitivo-conductual dirigida “a tratar los pensamientos, conductas y emociones que incrementan el sufrimiento” por medio de diversas técnicas para lograr así “una reducción del dolor, de la incapacidad y de los estados de ánimo negativos”[1].

Las técnicas de las que consta este protocolo cognitivo-conductual son: la respiración y relajación para reducir el dolor que provoca la tensión muscular consecuencia del dolor mismo; el manejo de la atención para aprender a desviar la mirada del propio sufrimiento; la reestructuración cognitiva para huir de las interpretaciones distorsionadas e irracionales de la realidad que viven los pacientes con dolor crónico y que les provocan emociones negativas; la solución de problemas con la que se enseña a los pacientes a tratar y solucionar una situación problemática con buena actitud; el manejo de emociones y asertividad que ayuda, por un lado, a distanciarse de los estados emocionales negativos, y  por otro, a que el paciente se sienta comprendido para evitar una mala relación con las demás personas; los valores y establecimientos de objetivos que enseña al paciente a tener objetivos en la vida; la organización del tiempo y actividades reforzantes que ayudan al enfermo a no perder el ritmo de vida y evitar así la sensación de falta de tiempo; por último, el ejercicio físico, la higiene postural y del sueño, y la prevención de recaídas son también técnica recomendables para aliviar el sufrimiento e incrementar la calidad de vida de las personas con dolor crónico.

Todas estas técnicas se llevan a cabo en 10 sesiones grupales y dos individuales con una duración máxima de dos horas. Cada sesión incluye una parte teórica y otra práctica, así como tareas para practicar en casa.

Dado que en España no ha existido nunca un manual que recogiera y describiese estas diferentes técnicas para llevar a cabo la terapia, varios psicólogos –entre ellos Jenny Moix y Mª Isabel Casado- han publicado un manual titulado “Manual del dolor. Tratamiento cognitivo-conductual del dolor crónico” que recoge el protocolo. Una guía para los profesionales que describe de manera pormenorizada cómo aplicar la terapia cognitivo-conductual con el objetivo de impulsar su aplicación e investigación en España.  




[1] Jenny Moix, Mª Isabel Casado y coautores del Manual del Dolor, Terapias Psicológicas para el Tratamiento del Dolor Crónico, en Clínica y salud, vol.22, nº1, 2011, págs.41-50.