PSICÓLOGOS EXPERTOS
DISEÑAN EL PRIMER
PROTOCOLO EN ESPAÑA PARA TRATAR EL DOLOR CRÓNICO
PROTOCOLO EN ESPAÑA PARA TRATAR EL DOLOR CRÓNICO
España es el país con mayor porcentaje
de gente que padece dolor crónico como consecuencia de diversas patologías como
la lumbalgia (dolor de espalda baja), artrosis (dolor de las articulaciones) y
cefaleas (dolor de cabeza), entre otras. Tanto los costes en tratamientos y
bajas laborales como las repercusiones emocionales que este dolor conlleva (depresión,
ansiedad, ira, etc.), resultan alarmantes. Por ello, los expertos aconsejan un
tratamiento específico en el que médicos, psicólogos, fisioterapeutas,
asistentes sociales, etc., trabajen conjuntamente por la causa. Sin embargo,
son muy pocas las clínicas que disfrutan de este tratamiento interdisciplinar.
Actualmente, se emplean distintas
terapias psicológicas para aliviar el dolor crónico: la relajación, el biofeedback (ayuda a la auto-regulación
de las funciones fisiológicas del organismo humano), la hipnosis, las técnicas
operantes (dirigidas a eliminar conductas de dolor), la técnica de aceptación y
compromiso, el mindfulness (enseña a
focalizar la atención para vivir el presente y aceptar la realidad tal cual
es), la escritura emocional y la terapia cognitivo-conductual. De entre ellas
destaca la última por ser la más empleada y efectiva hasta el momento, sobre
todo, cuando se aplica al paciente a la par que los procedimientos médicos, y
no de manera aislada.
La terapia cognitivo-conductual parte
de la base de que existe una relación entre la psicología y el dolor: el dolor
produce malestar anímico y el malestar anímico aumenta el dolor, y esto da
lugar a una retroalimentación constante de un dolor que aumenta
progresivamente. Varios psicólogos han diseñado un protocolo que dice que la mejor
manera de poner fin a este círculo vicioso es la terapia cognitivo-conductual dirigida
“a tratar los pensamientos, conductas y emociones que incrementan el
sufrimiento” por medio de diversas técnicas para lograr así “una reducción del
dolor, de la incapacidad y de los estados de ánimo negativos”[1].
Las técnicas de las que consta este
protocolo cognitivo-conductual son: la respiración
y relajación para reducir el dolor que provoca la tensión muscular consecuencia
del dolor mismo; el manejo de la atención
para aprender a desviar la mirada del propio sufrimiento; la reestructuración cognitiva para huir de
las interpretaciones distorsionadas e irracionales de la realidad que viven los
pacientes con dolor crónico y que les provocan emociones negativas; la solución de problemas con la que se
enseña a los pacientes a tratar y solucionar una situación problemática con
buena actitud; el manejo de emociones y
asertividad que ayuda, por un lado, a distanciarse de los estados
emocionales negativos, y por otro,
a que el paciente se sienta comprendido para evitar una mala relación con las
demás personas; los valores y
establecimientos de objetivos que enseña al paciente a tener objetivos en
la vida; la organización del tiempo y
actividades reforzantes que ayudan al enfermo a no perder el ritmo de vida
y evitar así la sensación de falta de tiempo; por último, el ejercicio físico, la higiene postural y del sueño, y la prevención
de recaídas son también técnica recomendables para aliviar el sufrimiento e
incrementar la calidad de vida de las personas con dolor crónico.
Todas estas técnicas se llevan a cabo
en 10 sesiones grupales y dos individuales con una duración máxima de dos horas.
Cada sesión incluye una parte teórica y otra práctica, así como tareas para practicar
en casa.
Dado que en España no ha existido nunca
un manual que recogiera y describiese estas diferentes técnicas para llevar a
cabo la terapia, varios psicólogos –entre ellos Jenny Moix y Mª Isabel Casado-
han publicado un manual titulado “Manual del dolor. Tratamiento
cognitivo-conductual del dolor crónico” que recoge el protocolo. Una guía para
los profesionales que describe de manera pormenorizada cómo aplicar la terapia
cognitivo-conductual con el objetivo de impulsar su aplicación e investigación
en España.
[1] Jenny
Moix, Mª Isabel Casado y coautores del Manual del Dolor, Terapias Psicológicas para el Tratamiento del Dolor Crónico, en Clínica y salud, vol.22, nº1, 2011,
págs.41-50.
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