lunes, 18 de febrero de 2013

Práctica 1: Noticia científica


PSICÓLOGOS EXPERTOS DISEÑAN EL PRIMER
  PROTOCOLO EN ESPAÑA PARA TRATAR EL DOLOR CRÓNICO

España es el país con mayor porcentaje de gente que padece dolor crónico como consecuencia de diversas patologías como la lumbalgia (dolor de espalda baja), artrosis (dolor de las articulaciones) y cefaleas (dolor de cabeza), entre otras. Tanto los costes en tratamientos y bajas laborales como las repercusiones emocionales que este dolor conlleva (depresión, ansiedad, ira, etc.), resultan alarmantes. Por ello, los expertos aconsejan un tratamiento específico en el que médicos, psicólogos, fisioterapeutas, asistentes sociales, etc., trabajen conjuntamente por la causa. Sin embargo, son muy pocas las clínicas que disfrutan de este tratamiento interdisciplinar.

Actualmente, se emplean distintas terapias psicológicas para aliviar el dolor crónico: la relajación, el biofeedback (ayuda a la auto-regulación de las funciones fisiológicas del organismo humano), la hipnosis, las técnicas operantes (dirigidas a eliminar conductas de dolor), la técnica de aceptación y compromiso, el mindfulness (enseña a focalizar la atención para vivir el presente y aceptar la realidad tal cual es), la escritura emocional y la terapia cognitivo-conductual. De entre ellas destaca la última por ser la más empleada y efectiva hasta el momento, sobre todo, cuando se aplica al paciente a la par que los procedimientos médicos, y no de manera aislada. 

La terapia cognitivo-conductual parte de la base de que existe una relación entre la psicología y el dolor: el dolor produce malestar anímico y el malestar anímico aumenta el dolor, y esto da lugar a una retroalimentación constante de un dolor que aumenta progresivamente. Varios psicólogos han diseñado un protocolo que dice que la mejor manera de poner fin a este círculo vicioso es la terapia cognitivo-conductual dirigida “a tratar los pensamientos, conductas y emociones que incrementan el sufrimiento” por medio de diversas técnicas para lograr así “una reducción del dolor, de la incapacidad y de los estados de ánimo negativos”[1].

Las técnicas de las que consta este protocolo cognitivo-conductual son: la respiración y relajación para reducir el dolor que provoca la tensión muscular consecuencia del dolor mismo; el manejo de la atención para aprender a desviar la mirada del propio sufrimiento; la reestructuración cognitiva para huir de las interpretaciones distorsionadas e irracionales de la realidad que viven los pacientes con dolor crónico y que les provocan emociones negativas; la solución de problemas con la que se enseña a los pacientes a tratar y solucionar una situación problemática con buena actitud; el manejo de emociones y asertividad que ayuda, por un lado, a distanciarse de los estados emocionales negativos, y  por otro, a que el paciente se sienta comprendido para evitar una mala relación con las demás personas; los valores y establecimientos de objetivos que enseña al paciente a tener objetivos en la vida; la organización del tiempo y actividades reforzantes que ayudan al enfermo a no perder el ritmo de vida y evitar así la sensación de falta de tiempo; por último, el ejercicio físico, la higiene postural y del sueño, y la prevención de recaídas son también técnica recomendables para aliviar el sufrimiento e incrementar la calidad de vida de las personas con dolor crónico.

Todas estas técnicas se llevan a cabo en 10 sesiones grupales y dos individuales con una duración máxima de dos horas. Cada sesión incluye una parte teórica y otra práctica, así como tareas para practicar en casa.

Dado que en España no ha existido nunca un manual que recogiera y describiese estas diferentes técnicas para llevar a cabo la terapia, varios psicólogos –entre ellos Jenny Moix y Mª Isabel Casado- han publicado un manual titulado “Manual del dolor. Tratamiento cognitivo-conductual del dolor crónico” que recoge el protocolo. Una guía para los profesionales que describe de manera pormenorizada cómo aplicar la terapia cognitivo-conductual con el objetivo de impulsar su aplicación e investigación en España.  




[1] Jenny Moix, Mª Isabel Casado y coautores del Manual del Dolor, Terapias Psicológicas para el Tratamiento del Dolor Crónico, en Clínica y salud, vol.22, nº1, 2011, págs.41-50.

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